Necesito alguien que me parche un poco y que limpie mi cabeza. Que cocine guisos de madre, postres de abuela y torres de caramelo.
Que ponga tachuelas en mis zapatos para que me acuerde que voy caminando y que cuelgue mi mente de una soga hasta que se seque de problemas y me lleve.
Y que este en mi cama viernes y domingo para estar en su alma todos los demás días de mi vida.
Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy, cuando me fui. Y que sepa servir el te, besarme después y echar a reír.
Y que conozca las palabras que jamás le voy a decir y que no le importe mi ropa si total me voy a desvestir para amarla, para amarla.
Si conocen alguien así, yo se los pido, que me avisen porque es así totalmente quien necesito.
(Así de simple, así de regalón. Con el corazón dispuesto)
Abrir la llave y dejar que toda el agua sucia salga, no te asustes si los ojos parecen ríos o si el corazón aprieta todo el pecho. Es necesario que esto ocurra para que puedan salir los primeros brotes.
miércoles, 19 de enero de 2011
¿Cómo todo un árbol puede caber en una pequeña semilla?