Los días pasas

Justo en frente una pareja de pasas. no se miran, no se hablan, parece que se amaran pero de lejos. Él disfruta de un cigarro en la mano, sin fumar. Mientras que ella con entusiasmo goza al mirar el desenfreno amoroso de la juventud, no se molesta en esconder su vouyerismo aún latente. La pasa mira el suelo, pensando en qué puede hacer para que el pasa se desenfrene. Decepcionada lo mira, se mira y se da cuenta que ni siquiera se conocen.

Desvelado

Anoche me dormí conversando con la almohada, discutiendo varios temas. Cuando desperté la almohada estaba al otro lado de la pieza.

Azar paralelo sincronizado

"Azar paralelo sincronizado. Una rareza cerebral interesante y nuestro tema de hoy. Dos personas caminan en sentido contrario al mismo tiempo... y luego, toman la misma decisión al mismo tiempo. Luego, la corrigen y luego la corrigen... y luego la corrigen y luego la corrigen... Básicamente, en un mundo matemático, estos dos pequeños tipos quedan enlazados eternamente. El cerebro es la cosa más compleja del universo... y está justo detrás de la nariz"... (Stéphane)

La ciencia del sueño.

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Por estos lados soplan nuevos vientos.

Abro los brazos y respiro profundo.

Ahí me quedo, medio contento, medio perdido.

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¿Me detengo a pensar o al pensar me detengo?
MEJOR SIGO CAMINANDO.

Allá

Una vez que tomamos impulso y nos atrevemos a volar,
que difícil es volver a tocar el suelo.

Admiro

Admiro como tus dedos son capaces de inventar momentos únicos y cómo tus ojos pueden fotografiar instantes con tanto detalle. Haces que los colores emitan sonidos y que los sueños bailen en un trozo de papel. Eres capaz de teñir cualquier espacio y endulzar hasta lo más amargo. Es en tus bosquejos donde aterrizas, donde despegas.

La espera

El café de esa tarde tenía un sabor único, tenía el sabor de una constante espera.

Tomé dos sorbos y no aguante lo amargo. En la basura terminó mi paciencia acompañada de aquel café.

Cuando supo

Ella lo quedó mirando, tratando de entender lo que él decía, a pesar de que no era mucho lo que había que entender. Una lágrima se cruzo por sus mejillas e inspiro tan profundo como queriendo absorber ese momento. Las cosas habían cambiado para su amigo, no era fácil el camino que se abría. Y eso era lo que la asustaba. Una sonrisa de él bastó para que el miedo se fuera.

Desnudo

Desnudo yo. Abrí mis ojos, mis labios, mi vida. Transité por el estrecho pasaje de la sinceridad. Desnudo tú, abriste la puerta comprendiendo todo, me abrazaste con tus ojos, levantaste los brazos y tomaste parte de mí.

Es en esta desnudez donde no se camina solo.

Sin pasajes de retorno

Recuerdo cuando volviste del viaje, solo entonces supimos que habías estado ausente. Un abrazo bastó para que la nostalgia se asomara de golpe, pudimos ver el espacio que aparece cuando uno se va. Descubrimos que el tiempo lo maneja el cariño y que los sucesos de todo un año se pueden resumir en una noche de plática, fue esa misma noche que decidimos romper todos los pasajes de retorno.

Miguel Céspedes

Donde me suelo esconder a veces

Te escondes detrás de tus pestañas y piensas que el mundo desaparece, crees que nada pasó, nada pasa, nada temes. Te escondes donde solo tú puedes encontrarte, cerrando las ventanas que delatan lo sentido. Te miras desde dentro, esperando, ignorando que te escondes en donde hasta el amor se hace invisible.

El que de vez en cuando aparece

Y conocí al que soñaba con los ojos abiertos, que volaba rozando las copas de los árboles, al que le gustaba saltar en las nubes más esponjosas, y disfrutar de la cálida brisa de los atardeceres. El que robaba los colores del arco iris para pintar los paisajes de sus amigos y se hacia pequeñito para pasear entre las enormes hojas que caían en otoño.

Conocí al que de vez en cuando aparece.

Me quedo

Cuando la necesidad te dice ahora
Y las oportunidades nunca.
El avanzar se bloquea
Y se llena de miedos
Los pasos que has dado se anulan,
Los silencios en tu cabeza cada vez son menos,
Al igual que la tranquilidad.
Inmóvil, así te quedas y justo así no quieres estar.
La incesante búsqueda también se detiene, porque ahora es ella quien anhela ser encontrada…
Y sigues ahí, en ese vaivén constante.
Esperas, aun esperas
Abusando de tu paciencia.
Miras. Cansado de mirar con los mismos ojos de siempre.
Sueñas, pero esta vez no vuelas.
¿Insistes? Nunca aprendiste a hacerlo

Aun así, te quedas.